martes, 4 de diciembre de 2012

PRIMER TRAIL PIRATA SIERRA SAN CRISTOBAL

 Cinco y media de la mañana, suena el despertador ¡Matraca, vamos allá! Hago el último chequeo para no dejarme nada en Rota, teniendo el coche cargado hasta la bola desde la tarde – noche anterior con las neveras, avituallamiento, camisetas técnicas conmemorativas etc... Paso por el Puerto de Santa María y recojo al Currito. Desayunamos en los Jereles junto a los “nerviosos” Morales y Falín jjjjjjj. ¡Illo, todo va  a salir de lujo! Llegamos a las 7.30 al campamento base, todavía es de noche y comenzamos a montar el chiringuito. A las ocho ya estaban allí mi mujer junto a mi suegro y cuñado, más Ginés,  el cual estuvo de cine toda la jornada, montándose  en su furgo y marchándose a chequear las balizas y señalizaciones que montaron el día anterior Falín y Morales (desde las ocho y media hasta las cinco de la tarde estuvieron liados, pateándose los 17420 metros del precioso circuito diseñado por Falín).


Parte de la formación Rabitutense.

Temprano comenzaron a llegar los primeros piratas, para recoger sus dorsales “personalizados” todos con su correspondiente Nick de guerra, elaborados manualmente por mi mujer. Se respiraba un gran ambiente familiar, donde lo importante era disfrutar de una carrera diferente, por una zona desconocida por la gran mayoría de los allí presentes. Falín, super megáfono en mano, dio perfectamente un pequeño Brift, para a continuación echarnos todos una foto para el recuerdo, la de la I Trail Pirata Sierra San Cristóbal.



Formación Pirateichon.

A las diez de la mañana y con una temperatura propia del mes de Diciembre, comenzamos todos los Piratas la cuenta atrás, 10 – 9 – 8 – 7  - 6 – 5 -4 – 3 – 2 – 1   ¡¡¡al abordaaaaajeeeeeeeeeee!!!!! . Enseguida nos pusimos en la proa del barco pirata, aprovechándonos del terreno ligeramente favorable, que teníamos al principio. Al llegar al desguace  comenzaba la primera subida de 600 metros, resbaladiza, donde pudimos aguantar el tipo con los de cabeza. Los dos primeros kilómetros los pasamos a 4.33 y 4.06 km, comenzando un descenso de 1,2 kilómetros, dejando a nuestra izquierda las viñas. El grupo delantero se nos va unos metros, éstos  bajaban como cohetes. Metros más tarde me adelantan dos piratas, siendo uno de ellos el maquinón de José Antonio Corrales, más bien conocido en el ambiente piratil como Sport Billy. El tres  lo paso junto a mi compi Alberto “Volator” en 3.39 km, para girar 90 grados a babor tomando el camino del Carillo, donde había algunas zonas embarradas. 






 En la Proa.

Seguimos a buen ritmo, pensando ya en la subida al poblado de la Sierra. Giro a estribor, kilómetro cuarto (4.10 km) comenzando la subida  al poblado. El primer tercio de la misma era de asfalto, el cual estaba resbaladizo. Metemos la reductora, recogiendo las velas, para subir a ritmo. Pasamos a varios compañeros, adentrándonos en los últimos 50 metros de un desnivel durísimo. Kilómetro quinto (5.01 km), descansito inicial ya en el poblado, para empezar la subidita que nos llevaría al primer bosque. Empezamos a disfrutar de un paraje bonito, con caminos estrechos. Los toboganes son constantes, cruzamos la carretera para meternos en el segundo bosque, donde los primeros metros eran en bajada, para empezar la subidita que nos llevaría a las antenas. Allí, estaban mi suegro y mi mujer. Uno indicando el camino a seguir, mi mujer, vestida de pirata,  “disparando” fotos a todos los participantes. Llegamos a la parte más alta, desde donde se podían contemplar unas vistas maravillosas, teniendo a nuestros pies las ciudades de Jerez a estribor, el Puerto de Santa María a babor, y toda la campiña en nuestra proa. 


 Bajando, con unas vistas maravillosas de la campiña Jerezana.

Recuperamos un poco, siguiendo por caminos donde no se podía perder la concentración. Giro a babor, para empezar una bajada peligrosa, de esas en las que en un despiste le llenas el bolsillo al dentista de turno. Una vez abajo, comenzamos una subida ¡Illo Matraca, por aquí no es! me decía Volator,jjjjjjj. Manda cooneeessssss, si éste es capaz de perderse en el garaje de su casa ¡Si, si, vamos bien! Me comentaba 100 metros más adelante,jjjjjjj. Repecho duro de 300 metros, tres aficionados nos arengan, continuando ambos con nuestra marcheta. Los kilómetros sexto, séptimo y octavo los pasamos en 5.08 – 4.58 – 4.45 km. Desplegamos una de las velas, comenzando el descenso del cortafuegos. Peligroso, su piso pedregoso y el desnivel nos hicieron tomar más precauciones de lo normal, al no estar tan acostumbrados a este tipo de bajadas. Era digno de ver, como bajaban algunos del grupo delantero. Llegamos al puente y giramos 90 grados a estribor, para a continuación girar a babor, pasando el kilómetro noveno a 4.34 km. Comenzamos otra de las subidas duras de la jornada, recogemos las velas, chirriando éstas más de la cuenta. 


 Por el Carrillo.

El cansancio en la subida se empieza a notar, llegando unos 150 metros muy duros, donde decidimos hacerlos andando, guardando fuerzas que nos harían falta más tarde. Reanudamos la marcha, coronando finalmente la cima ( km 10 – 6.01 km), comenzando un descenso rápido, estando allí mi cuñado como voluntario. A la mitad del mismo, me adelantan un pirata de Puerto Real y uno del Activa Club, como balas, los cuales iban por delante de mí (Mamma mía, no me cuadraba). Estos se habían despistado en la bajada de la cresta, haciendo unos metros de más. Llegamos abajo, cruzándonos con muchos piratas que empezaban la subida pudiendo saludar entre otros al Currito, Pana, Antonio Gil y Cia. Giro a babor, teniendo por delante 1,5 km de terreno llano, con algunas zonas encharcadas y con barro. ¡Alberto, éste es el ritmo, guardemos fuerzas para lo que llega! Íbamos a 4.30 km, recuperando un poco el fuelle. Al llegar al cruce otro voluntario (chapó, chapó y 100.000 veces chapó por la labor que hicieron, aguantando estoicamente el frío que nos acompañó toda la mañana).

 Por el segundo bosque.
 El km 11 y 12 lo pasamos a 4.10 – 4.34 km. Nos vamos acercando a la cuestecita, si, una llamada EL POCILLO, pero para mí pasará a llamarse MoralesFalindeloscooneess. Llegamos a ella, y a los 100 metros echamos pie a tierra y comenzamos la subida andando. Había zonas con barro, mirabas para arriba y veías algunos compis coronando los tres cuatros de la misma. Avanzamos lentamente, pero el corazón corre y se acelera de lo lindo. ¡Veengaaa Alberto, ya estamos ahí! Seguimos, los cuádriceps queman, los gemelos sufren y entre medias se me viene a la cabeza el famoso grito rambito ¡No me siento las piernas! Juanlu con unos amigos nos arengan y echan unas fotos, parece que termina la subida, tenemos un ligero descansillo, pero aún nos quedan 150 metros duros. Allí, entre la maleza, se encuentra mi mujer ¡Vamos! Cámara en mano nos anima, es de admirar una vez más el sacrificio que hace por ésta, mi pasión. 


 Subiendo la Cresta.
Por fin coronamos (km 13 – 8.08 km), giramos a babor, pero mi suegro algo más abajo nos chilla ¡Es por aquí! ¡Que no, Juan, que es por arriba! El de villa abajo, el matraca de villa arriba. Y era por arriba, que para eso uno estaba en la organización (a mi suegro le indicaron mal la vuelta, pero los que cogieron por abajo, hicieron los mismos metros). Aprovechamos para ir recuperándonos del esfuerzo de la afamada subidita, de casi 800 metros y un 15 por ciento de desnivel. En estos momentos del trail perder la concentración podía hacerte caer al suelo, ya que transitábamos por la zona boscosa, con sus caminos estrechos, piedras y ramas. Al ir por la parte alta, íbamos viendo a un compañero que iba por abajo. Salimos de uno de los bosques para meternos en el otro. Rápido lo cruzamos, entrando de nuevo en el poblado. Lo cruzamos, estando en el último cruce Ginés, el cual hizo un trabajo de fábula desde muy temprano.


 Por la parte baja de los cuarteles.
 Empezamos un descenso rápido, sacamos dos de las velas. Al salir de la zona de monte seguimos la bajada por asfalto, estando éste peligroso por el barrillo adherido al mismo. Los kilómetros 14 y 15 los hacemos a 4.24 y 4.06 km. Comenzamos la subida de la Hijuela de las Coles, camino estrecho y embarrado por las lluvias del día anterior. En algunas zonas tenías que aflojar al “arrimarte” a las chumberas. Alberto va imponiendo un ritmo duro, cuesta seguir  su estela, pero un pirata no se rinde tan fácilmente, jjjjjj. El km 16 lo pasamos a 4.46 km, Volator aprieta más, “solo” nos quedan 1400 metros y me aferro a él como un cachorro a la teta de la madre. Cosas del destino, casi me caigo en la misma charca que probó 10 días antes mi buen amigo Volator jjjjjj. Sigue apretando, me lleva justito, justito ¡Venga Matraca, entramos juntos! Coronamos por fin la hijuela, allí en el cruce aguantando como un valiente está Juan Manuel Ávila Becerra. Desplegamos todas las velas, pasando el 17 a 4.36 km. Lo últimos 420 metros son en bajada, dejándonos caer. Giramos a babor estando Anché tirando fotos en la Avenida Reino Unido. Los dos entramos en plan campeón, a lo Alejandro Sanz (los dos cogidos de la mano) terminando el último parcial a 3.45 km. Entremos en 1´23´´12´´ a un ritmo medio de 4.47 km. Distancia final 17420 metros, con un desnivel positivo acumulado aproximado de 460. Entramos en las posiciones 12 y 13 de la General. 


 Subiendo los Pozillos “MoralesFalinndeloscooneesss”.

Comenzaba la segunda parte del trail, el avituallamiento. Teníamos a nuestra disposición bebidas recuperadoras gentileza de Herbalife, una bolsa compuesta por plátanos de primera división (tecnimar), chocolatinas (Golosinas Juanito), agua (Matraca´s Corporation) y bocatas de salchichón (Mesón la Encina). Una vez entrados en meta,  la gran mayoría de los pirateichon runneros, empezamos a repartir las cervezas y aquarius, teniendo 10 cajas de cervezas más 5 de aquarius a disposición de todos los allí presentes, corredores, voluntarios (éstos se merecen mucho más de lo que les dimos) y algunos aficionados. Todo ésto, con un coste de cero euros por participante.
Los aplausos más grandes se los llevaron, como no podía ser de otra manera, las dos últimas piratas, terminando éstas en dos horas y veinte minutos, chapó por las dos.
Para finalizar, hicimos entrega de unos diplomas a los tres primeros de la General Masculina y Femenina. En unos días, les mandaremos a todos un diploma conmemorativo de la prueba, con su foto, puesto y tiempo.
Algunos de nosotros terminamos compartiendo mesa y mantel en Ventilandia, pasando una jornada fabulosa.
No me gustaría terminar, sin resaltar la magnífica labor que realizaron todos los voluntarios, tanto los que estuvieron en meta, como los repartidos por la campiña y la Sierra San Cristóbal. Sin ellos, ésto hubiera sido imposible.

Salu2 desde Matraquilandia.


Entrando en meta con Alberto “Volator”.

Pd : He podido DISFRUTAR  muchísimo estas semanas de la magnífica manera de trabajar de dos monstruos, Antonio Morales y Rafael Flores “Falín”. Con personas como éstas es muy fácil embarcarte en un proyecto, ya que se parten la cara por el mismo. Y para muestra, un botón, uno haciendo una página pirata que ya quisieran algunos administrarla como lo ha hecho, y Falín sacrificando su trail, al “caerse” la persona que iba a abrir la trail con la MTB. Y ésto sólo ha sido una menudencia de todo lo que han hecho, por lo que he sido un privilegiado y afortunado al poder haber trabajado con ellos codo con codo.